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Libros y compilaciones

Presentación a Lenin de León Trotsky

Presentación a Lenin de León Trotsky

Esta compilación reúne dos artículos y dos libros de León Trotsky sobre distintos momentos de la vida de Vladimir Ilich Ulianov (Lenin) . No son un racconto de las principales luchas políticas de Lenin, aunque, dado el personaje, biografía, historia, teoría y política son casi inseparables. Trotsky, que partía de esta potente unidad, igualmente afirmó: “No se debe hacer desaparecer una biografía en la historia”.
Trotsky proyectó escribir una biografía de Lenin anteriormente a la muerte del mismo, en 1923. Pero se decidió a publicar unos primeros esbozos y discursos cuando el avance de la burocracia stalinista en el aparato del partido y del Estado, amenazaba los primeros logros de la revolución socialista. Lenin, como demuestran Trotsky y luego historiadores como E. H. Carr o Moshe Lewin, murió batallando contra estas tendencias y, especialmente, contra el peor de sus representantes, Stalin. Como parte de una escalada en la discusión por la política hacia las nacionalidades oprimidas por los gran rusos, de la actuación de Stalin en el aparato del partido, incluso por su actitud frente a Krupskaia, en el medio de su segundo ataque cerebral, Lenin agregó a su “testamento” el pedido de que se quitara a éste del cargo de secretario general y terminó redactando una carta del 6 de marzo de 1923 donde rompía todo tipo de relaciones con Stalin.
Junto a las revisiones teóricas y prácticas burocráticas, comenzaron a pulular las tergiversaciones y falsificaciones históricas y, por supuesto, biográficas. Especialmente convertían a Lenin en un icono desde su niñez, unían su figura a la de Stalin y denigraban o “hacían desaparecer” a los otros dirigentes bolcheviques, especialmente a Trotsky, alimentando el culto a la personalidad.
Y, aunque la compilación no se centra en reflejar la relación entre Lenin y Trotsky, ésta trasunta en los textos y era una de los objetivos del autor.
En las biografías más recientes de intelectuales burgueses como Hélène Carrère d’Encausse o Richard Pipes (al igual que los escribas del imperialismo de la época), Lenin en cambio tenía características maléficas desde su nacimiento expresadas en su autoritarismo, crueldad, inflexibilidad por el objetivo (la cual era una de sus mejores cualidades), ambición por el poder. Creando un partido a su imagen y semejanza dio lugar a un Stalin, el cual era comparable con Hitler por sus niveles de crueldad. De ahí que el comunismo estaría condenado desde su propia génesis.
Trotsky, quiso desmentir todas estas tergiversaciones, principalmente las stalinistas (falsificaciones luego comprobadas, y actualizadas por historiadores y biógrafos marxistas como Jean-Jacques Marie y Pierre Broué). Pero también, como se ve en su artículo sobre el “testamento” de Lenin que se encuentra en esta compilación, contra biógrafos burgueses como Emil Ludwig. Lo hizo en medio de tremendas dificultades, a través de los distintos exilios, de las persecuciones dentro y fuera de la URSS a él y sus partidarios, los Juicios de Moscú, donde muchos a través del terror termidoriano sucumbieron a las falsificaciones del stalinismo , de la muerte y asesinato de todos sus hijos, al mismo tiempo que luchaba teórica y prácticamente por construir la IV Internacional. Trotsky se esforzó por mostrar un Lenin real, incluidas sus contradicciones, especialmente en su juventud (el único texto específicamente biográfico), en la que éste último, tardíamente para la época, simpatiza inicialmente con el populismo. Nos muestra un Lenin producto de las condiciones de su época pero que, a su vez, concentraba capacidades excepcionales y que, gracias a un gran esfuerzo personal, le permitieron romper con el pensamiento imperante en ésta y llevar a la acción las ideas revolucionarias desarrolladas por el marxismo predecesor. Como dijo en 1923, en su alocución “Lenin enfermo”: “Marx es el profeta de las tablas de la ley y Lenin el más grande ejecutor del testamento, que no sólo dirigía a la elite proletaria, como lo hizo Marx, sino que dirigía clases y pueblos en las ejecuciones de la ley, en las situaciones más difíciles que actuó, maniobró y venció” . Según le relata Krupskaia a Trotsky en una carta que le dirige luego de la muerte de Lenin, éste, un mes antes de morir, le pidió que le leyera estos párrafos del libro que Trotsky estaba preparando .
Trotsky no pudo hacer completar su proyectada biografía. La compilación aquí presentada no sigue la fecha de escritura (entre 1918 y 1935), sino la de los hechos referidos. Creemos que, aunque con ciertos lapsus en los años relatados, el conjunto de materiales, logran darnos una idea bastante profunda y acabada de la vida y personalidad del gran revolucionario ruso.

Algunos elementos sobre los textos publicados

La nota biográfica para la Enciclopedia Británica

Este artículo sucinto (aunque ocupaba 3 páginas de uno de los 24 tomos, dando la pauta de la importancia del personaje y de su autor) y, se podría decir, académico, fue encargado a Trotsky y publicado durante 10 años, entre 1929 y 1939 en esta Enciclopedia. Junto a la biografía cronología que abarca el conjunto de la vida de Lenin, Trotsky destaca los hechos políticos en los que la intervención y características de Lenin fueron determinantes, como la división entre mencheviques y bolcheviques, su preocupación por el desarrollo teórico del marxismo, su internacionalismo y la fundación de la III Internacional, su rol en la Revolución de 1917, tanto en la lucha previa como en la toma del poder y la redacción inmediata de los decretos por la paz y la tierra, su visión acertada en las negociaciones de Brest-Litovsk, la Nueva Política Económica (NEP).
Esta nota incluye una extensa citación bibliográfica de sus obras.

Vida de Lenin (Juventud) o La juventud de Lenin

La biografía sobre Lenin fue encargada a Trotsky por la editorial Doubleday, junto con La revolución traicionada. Escrita entre fines de 1933 y 1935, en el exilio francés y terminada, según su secretario Van Heijenooort, en Noruega, sólo alcanzó a entregar los primeros XV capítulos, llegando al año 1893 cuando Lenin tenía 23 años. Escrita originalmente en ruso, fue traducida al francés en el mismo año por Maurice Parijanine y publicada en París en enero de 1936, por Ediciones Rieder, previamente revisada y aprobada por su autor . En Argentina fue publicado por Editorial Indoamérica en 1949 . En esta edición se indica que la biografía permanecía inédita en ruso (a pesar de ser su original) y que “la edición francesa fue secuestrada y destruida por las tropas nazis de ocupación” .
Trotsky, en la compilación sobre Lenin que publicó en 1923, ya anunciaba que era material para una futura biografía. En 1929 propuso hacer un fondo editorial que editara, entre otros, su correspondencia y, según Deutscher, a su salida de Prinkipo proyectaba escribir una Historia de la guerra civil tan importante para él como la Historia de la Revolución.
Trotsky llegó a su exilio francés en 1933, luego de los cuatro años en Prinkipo, donde estaba extremadamente aislado e imposibilitado de actuar políticamente en forma directa. Allí había comenzado a escribir una biografía de Marx y Engels pero los manuscritos se perdieron cuando la casa se incendió.
Según el Prólogo de Jean Van Heijenoort a este libro: “Establecido en Barbizon [a fines de 1933, luego de su estadía en Saint Palais], Trotsky se puso a trabajar regularmente. Después de haber dudado entre varios proyectos para un nuevo libro, decidió emprender una biografía de Lenín. Liova [León Sedov] le aportaba abundantes materiales tomados en las bibliotecas de París, y estos materiales comenzaban a organizarse por capítulos, en dossiers marcadas con un L cirílica con crayón azul” . Indudablemente, Trotsky también se basó en la biografía de Ana Elisarova (la hermana mayor de Lenin) dado que ella vio mucho más de cerca el desarrollo de su infancia y adolescencia y Trotsky no iba a tomar contacto directo con Lenin hasta 1902.
Según Pomper en junio de 1929 Trotsky acordó con M. Eastman escribir para su editor un libro sobre Marx y otro sobre Lenin. El proyecto original de este último constaba de cuatro partes: una biográfica, una sobre su personalidad, una dedicada a sus memorias sobre él y culminaba con la correspondencia durante la guerra civil entre él y Lenin. Esperaba terminar este libro en el mismo 1929 y lo titularía Lenin y sus epígonos. Luego abandonó el acuerdo con el editor y de otros 10 libros que pensaba publicar .
Cuando comenzó la biografía de Lenin, según Deutscher, le confió a Max Eastman y Víctor Gollancz que esperaba que fuera “la obra capital de mi vida” y la ocasión para una exposición abarcadora, “positiva y crítica” de la filosofía del materialismo dialéctico. A través del estudio de Lenin sobre Hegel, se proponía también polemizar con Max Eastman que catalogaba a la dialéctica como “animista”. Trotsky dice que va a hallar una respuesta en la biografía que está escribiendo sobre Lenin . En los “Cuadernos” publicados por Pomper (fundamentalmente el segundo, 1933-34) se pueden ver intercaladas notas sobre dialéctica y datos biográficos de Lenin (los que Van relata que denominaba con una L). Estas notas incluyen años posteriores a los que finalmente fueron publicados en este libro, como los años 1905-1914.
En una carta a Gollancz del 25 de octubre de 1933, Trotsky, repuesto de su enfermedad, le afirma que se concentraría en el libro de Lenin y dejaría de lado la Historia del Ejército Rojo . Efectivamente, se empezó a dedicar al libro mientras residía en Saint Palais, relativamente en clandestinidad. Las visitas que recibía eran de militantes o corrientes interesadas en la convocatoria a una nueva Internacional (después de la traición de la III frente al ascenso de Hitler).
El 1º de noviembre se mudó a Barbizon, cerca de París. Allí “Trotsky reanudó sus sólidas investigaciones y su actividad literaria; reunió materiales para el Lenin, analizó los antecedentes de la familia Ulianov y la infancia y la adolescencia de Lenin, estudió la Rusia de las décadas del ’70 y ’80 del siglo pasado, las fases formativas del desarrollo intelectual de Lenin (...).Al prepararse para examinar los escritos filosóficos de Lenin, como tenía conciencia de las lagunas en sus propios conocimientos, volvió a los clásicos de la lógica y la dialéctica, Aristóteles, Descartes, pero especialmente Hegel. No dejó que otros proyectos lo tentaran o lo distrajeran” .
El 20 de febrero de 1934, en una carta a Parijanine le asegura que su libro está aún en una etapa preparatoria y que no le podrá enviar nada antes de julio. En abril de 1934, fue obligado a abandonar Barbizon y a endurecer su exilio en Domène.
Mientras, en Francia comenzaba un ascenso obrero en respuesta a los fascistas y Trotsky, preocupado por la situación y la posibilidad de intervención de la sección francesa en ellos escribe, juntos a numerosos artículos publicados anónimamente, en octubre de 1934 ¿Adónde va Francia?
Finalmente, Trotsky escribió el libro que publicamos en 1935, al mismo tiempo que escribía su Journal d’exil (Diario del exilio), especialmente durante el primero de sus 3 cuadernos, cuando se encontraba en una situación muy restringida en Francia. En febrero de 1935 dijo: “Sería bueno terminar mi libro sobre Lenin, para pasar a un trabajo más actual, sobre el capitalismo del período de descomposición” . El 4 de abril del mismo año destaca cómo el viraje hacia la derecha tanto interior como exterior de Stalin (recordemos que en este año la III Internacional votó la política de los Frentes Populares y el pacto Stalin-Laval) lo llevaría a golpear con toda su fuerza hacia la izquierda. Por eso dice: “Difícil en este momento trabajar en mi libro sobre Lenin: ¡las ideas no quieren para nada concentrarse en 1893!” .
En 1936 comienzan los primeros Juicios de Moscú, contra los que batalló incansablemente tanto desde Noruega como en su posterior exilio en México, en enero de 1937.
Trotsky, luego emprendería su obra Stalin, la que no llegó a concluir debido a su asesinato por un sicario del mismo.

Lenin

Esta compilación, que Trotsky venía preparando desde 1923 fue publicada en la URSS en 1924 inmediatamente después de la muerte de dirigente revolucionario bajo el nombre Recuerdos de Lenin (incluye textos entre los años 1918 y 1924) y traducida al francés y publicada en 1925 por la Libraire du Travail . Para esta edición hemos incorporado dos artículos de la edición francesa no traducidos al español, escritos en septiembre, mientras Trotsky escribía Lecciones de Octubre.
El autor consideraba este libro como fragmentos, bocetos para una futura biografía basados esencialmente en sus recuerdos, sobre todo de ciertos diálogos y discusiones de conceptos, en los que Trotsky confiaba en su memoria. Más adelante éstos fueron corroborados por documentos y por los hechos.
La compilación de Trotsky consta de dos partes: la primera, “Lenin y la vieja Iskra”, período excepcional para Trotsky en el que Ulianov se convirtió en Lenin, el futuro dirigente de la revolución tanto en relación a su personalidad y su convicción por el objetivo final, como su preparación teórico y política, después de haber polemizado con los principales dirigentes de la socialdemocracia internacional.
Durante los años intermedios (1903-1917) para Trotsky, Lenin se destacará como dirigente desde la emigración, esencialmente a través de sus escritos: “Un orador no engendra escritores. Por el contrario, un gran escritor puede inspirar a miles de oradores. Sin embargo, es verdad que para un contacto directo con las masas hace falta el discurso vivo. Lenin se convirtió en cabeza de un partido poderoso e influyente antes de haber tenido ocasión de dirigirse a las masas con la palabra animada. Sus presentaciones en público en 1905 fueron escasas y pasaron inadvertidas. Como orador de masas, Lenin no apareció en escena hasta 1917, y entonces sólo por un lapso breve, durante abril, mayo y julio. Llegó al poder no como orador, sino, sobre todo, como escritor, como instructor de los propagandistas que habían instruido a sus cuadros, incluso a sus cuadros oradores” .
En la segunda parte de la compilación, “En vísperas de Octubre” , Trotsky cuenta su lucha contra la dirección del partido a través de sus Tesis de Abril y la importancia de su inflexibilidad estratégica y sutileza táctica en los momentos esenciales de la Revolución, como la toma del poder, las negociaciones de Brest-Litovsk, la decisión frente a la convocatoria previa de la Asamblea Constituyente, la guerra civil, todos períodos que Trotsky compartió con Lenin.
En estos casos, Lenin se destacaba como orador: “Él hablaba con mucha claridad y de una manera persuasiva sobre todo cuando tenía que analizar cuestiones de política combativa. Sus mejores fragmentos de oratoria deben ser los discursos que pronunció al Comité Central en vísperas de Octubre” . Trotsky dedica un capítulo especial a estas características de Lenin como tribuno, a la vez que destaca la sensibilidad de Lenin para representar la esencia y lo mejor tanto de los campesinos pobres como de los obreros, incluso luego de quince años de exilio y habiendo regresando en el momento álgido de la revolución: “El campesino pobre es la base del leninismo, así como lo es del proletariado ruso y de toda nuestra historia. (...) Todos los rasgos de actividad, valor, odio a la inercia y a la opresión, desprecio por la debilidad; en una palabra, todos los elementos que determinan el movimiento, que se han formado y acumulado en las transiciones sociales, en la dinámica de la lucha de clases, hallaron su expresión en el bolchevismo.
En él, el campesino pobre se refracta a través del proletariado, a través de la fuerza dinámica de nuestra historia, y no sólo la nuestra: Lenin dio expresión acabada a esa refracción. Por ello, en este sentido, Lenin es la expresión intelectual y capital del elemento nacional (...)” .
En los “Discursos y mensajes”, en ocasión de la herida de Lenin (causada por una militante SR), el aniversario de su cumpleaños, su enfermedad y su muerte, Trotsky se dirige emocionadamente a las masas y al partido, consciente de la importancia de la situación del personaje en el estado de ánimo de los mismos.
Es conocida la maniobra que realizó la “troika” (Stalin-Zinoviev-Kamenev) para impedir que Trotsky pudiera asistir al funeral de Lenin, insistiendo en su imposibilidad de llegar desde el lugar donde había sido enviado por su enfermedad, dándole como fecha del funeral un día anterior al que realmente se realizó. Maniobra que luego fue utilizada para desprestigiar la relación entre los dos grandes dirigentes y es relatada por Trotsky en su autiobiografía .
Luego de su muerte, “La actitud hacia Lenin, la que correspondía frente a un jefe revolucionario, fue suplantada por el culto rendido al pontífice máximo de una jerarquía sacerdotal. A pesar de mi protesta, se erigió en la Plaza Roja aquel mausoleo indigno e humillante para un revolucionario. Y lo malo es que los libros oficiales que se escribían sobre Lenin se convirtieron también en mausoleos por el estilo. Las ideas del maestro fueron sacadas de contexto para suministrar citas a todos los falsos predicadores. Los epígonos se atrincheraron detrás del cadáver embalsamado para darla batalla al Lenin viviente y a mí. La masa estaba aturdida, confundida. (...) El partido fue reducido al silencio. Se implantó una dictadura descarada del aparato burocrático sobre el partido. O dicho en otros términos: el partido dejó de existir como tal” .

El “testamento” de Lenin

En este artículo, Trotsky aprovecha la publicación de un libro sobre Stalin en 1932 del escritor y entonces famoso biógrafo Emil Ludwig para refutar la versión del “testamento” de Lenin y su significado, tergiversada por el escritor en base a su interpretación “psicológica” del testamento y a falsos recuerdos, incluso de un ex oposicionista de izquierda como Radek. El escritor termina favoreciendo las falsificaciones stalinistas tanto sobre Trotsky como sobre otros dirigentes del partido y atenuando el rol de otros. El stalinismo prohibió la divulgación del “testamento” en la URSS hasta después de la muerte de Stalin bajo pena de encarcelamiento e incluso la muerte. Fue publicado por primera vez en el gobierno de Krushev (1956) como parte de la “autocrítica” del stalinismo. Trotsky demuestra en este artículo que Lenin, dos años antes de su muerte ya había comenzado su batalla contra la naciente burocracia, desmintiendo de hecho, la continuidad que hoy se adjudica entre Lenin y Stalin.
Más adelante dirá: “Algunos de nuestros críticos plantean lo siguiente: parece que bajo la dirección de Lenin todo andaba bien, pero después de su muerte todo se fue al diablo; ¿qué tiene de marxista esta explicación? Nosotros dilucidamos hace mucho las causas de la degeneración burocrática de la URSS y de la Comintern, y nadie ofreció una explicación diferente; pero los procesos históricos objetivos se realizan a través de las personas, y las influencias personales específicas pueden acelerar o retrasar estos procesos. Sigue siendo un hecho histórico irrefutable que la reacción burocrática, que se abrió camino a través de la furiosa lucha contra ’el trotskismo’, utilizó ampliamente la enfermedad de Lenin” .

Conclusión

Los textos aquí compilados, abarcan desde el período en que Trotsky está en el poder, hasta los comienzos de los Juicios de Moscú, momento a partir del cual Trotsky debe dedicarse, desde el exilio, casi exclusivamente a luchar contra las difamaciones, persecuciones y muerte que despliega el aparato stalinista en su contra y del conjunto de los Oposicionista de Izquierda. Y al mismo tiempo intentar con todas sus fuerzas, construir la herramienta necesaria para la revolución mundial, la IV Internacional, luego de la defección de la III en 1933. Fue en este período en el que Trotsky se reconoció “irremplazable”, comparando en este sentido su rol con el de Lenin antes, durante y posteriormente a la Revolución de Octubre . Esto no significa que, como intenta demostrar Deutscher, Trotsky tuviera una posición subjetivista en cuanto al papel que juega el individuo en la historia. Trotsky siempre parte del contexto actual, tanto para explicar las causas del surgimiento de una personalidad como Lenin (o como Marx) como para considerar la relación clase-partido-dirección en las distintas situaciones. Sin embargo, afirmaba que “la suerte de los trabajadores no depende de un individuo por singular que sea; esto no quiere decir que la personalidad en la historia de nuestro movimiento y del desarrollo de la clase obrera tenga poca importancia. Un solo hombre no puede modelar la clase obrera a imagen y semejanza e inclinar al proletariado conscientemente hacia tal o cual camino de desarrollo, pero puede ayudar a la realización de las tareas de los obreros y dirigirlos más rápidamente hacia la meta final” .
El Lenin que nos muestra Trotsky demuestra que éste, siendo parte de su época (cuando predominaba el populismo, el nihilismo, el terrorismo representados por la intelligentsia rusa), fue capaz de romper con ella (en el contexto del desarrollo del marxismo europeo y del surgimiento de un movimiento obrero ruso con sectores avanzados) y llevar las nuevas tendencias hasta el final, ayudando de este modo a acelerar la realización de las tareas de los obreros, no porque los haya “modelado” a su semejanza, sino porque concentró lo mejor de sus experiencias, sacó las lecciones necesarias y construyó una herramienta para llevarlas adelante: el partido revolucionario independiente de la clase trabajadora tanto internacional como nacionalmente.
Trotsky destaca este aspecto de Lenin, mostrando su continuo esfuerzo por la formación intelectual, por la defensa y el desarrollo de la teoría revolucionaria en función de las acciones necesarias para realizar el objetivo de la toma del poder por la clase obrera y la revolución socialista internacional. De esta manera era ultraflexible, capaz de realizar maniobras muy sutiles (como se demostró en Zimmerwald, Brest-Litovsk o la NEP) pero siempre partiendo de una gran intransigencia ideológica (como se vio en la ruptura de 1903, la Revolución de Octubre y su lucha contra el surgimiento de la burocracia hasta su muerte).

Lenin sigue siendo una de las figuras más polémicas del siglo XX. Hoy más que nunca su obra y enseñanzas, necesitan ser “desmomificadas”, rescatadas y recreadas por las nuevas generaciones, entre todas las tergiversaciones que se han hecho de ellas, tanto de parte de los stalinistas como de los capitalistas. Con esta compilación, esperamos contribuir a ello.

Las traducciones y correcciones del francés fueron realizadas por Rossana Cortéz y Gabriela Liszt, las del inglés, por Alejandra Ríos.
Agradezco la colaboración por sus aportes en materiales y reflexiones al historiador peruano Gabriel García Higueras y a Ariane Díaz, miembro del Instituto del Pensamiento Socialista.